“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre…. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban.. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.” Lucas 17: 26-30

La pregunta que debe resaltar luego de leer estos pasajes es : ¿Cómo eran los días de Noe y los días de Lot? Al buscar el denominador común que caracterizó el estado de la humanidad en ambos casos, descubrimos que es la multiplicación de la maldad.

En ambos tiempos, existió una descomposición moral y espiritual de tal envergadura, que solo hacía presagiar la intervención del Dedo de Dios; expresión que paradójicamente fue tan acertada por los brujos de Faraón (Éxodo 8:19)

La Biblia relata que en los días de Noe, la maldad de los hombres era mucha en la tierra y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos, era de continuo solamente al mal (Génesis 6:5)
No obstante, había un despertar de las artes, de la industria y de la economía en general, pero todo aquello no era garantía de prosperidad espiritual, por el contrario, el deterioro moral fue en aumento hasta el día del juicio.

Respecto a Lot, la situación no fue diferente. La ciudad de Sodoma asentada cerca del valle del jordán, se caracterizó por la prosperidad material y por los sones de globalización. De hecho, todo ese cúmulo de cosas fue la que gatilló la decisión carnal de Lot, el día que se separó de su tio Abraham.
Aquella ciudad se caracterizó y pasó a la historia por la explosión de la degeneración. Fue ahí donde se consolidó aquel pecado tan nauseabundo como la homo sexualidad y cuyos cultores de tal depravación hasta el día de hoy reciben aquel gentilicio de esa ciudad maldita.

Como vemos, dos generaciones prósperas en artes, economía y con fuertes impulsos de unidad, pero ambas con una depravación insostenible, y en ambos casos el Juicio de Dios vino sobre ellos.

Hoy nosotros, a miles de años de esas generaciones, contemplamos exactamente lo mismo. Son los mismos ingredientes. Vemos como la macroeconomía surge, las artes se expresan de las maneras mas increíbles y la incesante búsqueda de la unidad, ya nos son las consignas solo del hombre natural, sino que han penetrado impúdicamente en las iglesias llamadas cristianas. Pero no solo eso. Así, tal cual como en los días de Lot, los homosexuales están plagando nuestra sociedad y cautivando a muchos para que aprueben aquella degeneración que en la actualidad ha recibido el apelativo de: “Minorías y diversidades sexuales”.

Amados hermanos, estamos en el tiempo del fin. Tal vez nuestro amado Señor y Salvador viene en esta semana, por lo tanto meditemos en esto y abramos nuestro labios para proclamar aquel evangelio puro sin lisonjas ni acomodaticios.

PEL2006


1 Comment

lucia · 22 de octubre de 2013 at 22:56

CRISTO VIENE!!!!!! ESTAS PREPARADO??????

Deja una respuesta

Avatar placeholder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *