Una reflexión ante una iglesia políticamente polarizada

“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas” Hechos 10:34


Todos conocemos el episodio en donde Pedro expresó esta memorable declaración. Era la escena en donde un judío (Pedro) entraba en la casa de un gentil (Cornelio), para predicarle el evangelio, lo que finalmente permitió una extraordinaria conversión. Sin embargo, fue Dios quien tuvo que intervenir poderosamente y revelarle directamente a Pedro la necesidad de ir y entrar en la casa de un ciudadano gentil. Pedro tuvo que olvidar que para un judío aquello era una situación inmunda y condenable. Si pudiéramos imaginarnos una religión y una raza que se caracterizaba por hacer “acepción de personas”, esa era precisamente la de los judíos. Dios en su infinita sabiduría, utiliza la casa de un gentil para desmoronar el orgullo judío y para hacer entender que Él no hace acepción de personas.

Este marco del relato bíblico del libro de los hechos, me ha motivado a escribir este artículo ante una actual cristiandad profundamente polarizada en este último tiempo, debido a que los “ministros y doctores” que presiden las iglesias, hablan más de política que del santo evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Por tal razón, hay cristianos que son de derecha y otros de izquierda; y que a veces muestran con vehemencia y fanatismo su aprecio por uno u otro color político.

Cristianos polarizados

Con la llegada al poder del actual presidente de los Estados Unidos Donald Trump, no solo ese país está viviendo una evidente polarización social, sino que la cristiandad que lo apoya, está mostrando una preocupante inclinación ultra derechista; abandonando el principio bíblico del carácter peregrino y de “a-política” que cada creyente debería cultivar en las iglesias evangélicas. Esto, aunque los “doctores” de hoy digan que es totalmente legítimo y urgente, de que un creyente se encumbre en ambiciones políticas. Pero la biblia no calla a este respecto, y ella dice que “las aguas” deben separarse. Cristo dijo:

“Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios” Mateo 22:21

Mezclar la política con el evangelio es como pretender unir el aceite con el vinagre. La biblia habla de eso en abundancia, por ejemplo cuando señala:

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?” 2 Corintios 6: 14-16

Sin ir más lejos, acá mismo en Chile el pasado “tedeum” evangélico demostró una vez más, ser una liturgia cargada de intereses políticos, disfrazados de un aparente “celo” por los intereses legítimamente evangélicos. Al menos eso pareció la consigna del orador principal, el Sr. Eduardo Durán Salinas, quien también es candidato a diputado patrocinado por la derecha política. ¿Un pastor miembro de un partido político? Increíble!

Pero debemos entender que, tanto un ultra derechista religioso, partidario del fascismo y de la economía neo liberal, como un izquierdista ateo, promotor de la revolución y de la lucha de clases, son personas que necesitan salvación. Sí. Sin acepción de personas: Uno religioso y el otro ateo igualmente necesitan el evangelio para la salvación de sus almas. Ambos están transitando en un camino, que a ellos les parece derecho, pero su fin es camino de muerte (Proverbios 14:12). Esta es la posición sobria y equilibrada que todo creyente que ama la infalible Palabra de Dios debería tener. Sin embargo, y como bien sabemos, no es así.

La cristiandad actual está dando un triste espectáculo de polarización política. Está constantemente haciendo “guiños” para coquetear con los que, al parecer según ellos, están “más cerca de Dios”, porque se oponen a las leyes que pretenden legitimar el aborto, a la identidad de género y al matrimonio igualitario. Estos evangélicos “políticos” no piensan por ningún segundo sobre la necesidad de predicar el evangelio “sin acepción de personas” como nuestro Señor y sus apóstoles nos enseñan en la Palabra de Dios.

En los Estados Unidos, los evangélicos están muy contentos con Donald Trump porque dicen que representa los intereses de Dios. Ellos oran “con” él y lo defienden de manera parcial y casi fanática. De la misma manera acá en Chile, los evangélicos ya se han abanderado con la ultra derecha política porque ellos subirían en alto los intereses del “evangelio”. ¡Que insensatez más grande! De los líderes quienes han permitido que la iglesia se polarice políticamente.

ATEOS “SIN DIOS” ¿Cuál Dios?

Es muy importante reflexionar acerca de todos aquellos que por siglos se han declarado ATEOS y reniegan y rechazan todo lo que provenga de Dios. Pero ellos también necesitan el evangelio. No por ser de izquierda y porque directamente nieguen a Dios, se debe dejar de evangelizarlos. Sin embargo, la religión oficial (católico – evangélica) siempre ha hecho parcialidades y ha estigmatizado a este grupo de la sociedad, tal cual, como los judíos odiaban a los samaritanos y a los gentiles.

En lo personal, recuerdo una conversación que sostuve por casi cinco horas con una persona “comunista militante” en un viaje a Panamá. Era estudiante de medicina en una Universidad en Cuba y viajaba a La Habana para reanudar sus estudios. La conversación se inició apenas despegó el vuelo de Santiago de Chile. Luego de haber oído el evangelio tal cual lo presenta nuestro Señor Jesucristo en la biblia; lejos de todo prejuicio, postura política o intereses terrenales, esta persona “comunista” dijo literalmente: “…nunca había escuchado hablar de ese Dios que Ud. me presenta…”. Lo que me quiso decir, es que siempre había escuchado hablar a las religiones y sus propios intereses, pero nunca de Dios y del Cristo verdadero que no hace acepción de personas.

Luego de arribado el avión a Panamá, me despedí de esta persona “ATEA” que oyó atentamente el evangelio santo y eterno. Nunca más le volví a ver. Pero confío en que Dios, en su gracia y misericordia, pudo haber abierto el corazón de esa persona “de izquierda, comunista y atea” para salvación de su alma. Quizás en el cielo nos encontremos para la gloria de Dios. ¿Por qué no?

¿Acaso la salvación es solo para los religiosos y portadores de cruces? No amados hermanos. La salvación es sin acepción de personas. Nosotros debemos predicar el evangelio a toda criatura, sin acepción de personas (Marcos 16:15, hechos 10:34, 17:30, 1 Timoteo 2:1, Santiago 2:1) Por tal razón, la iglesia no está llamada a deliberar políticamente, sino que a predicar el evangelio para vida eterna. Somos embajadores de Cristo y no avales políticos (2 Corintios 5:20).

Estoy convencido de que muchos ATEOS nunca han escuchado el verdadero evangelio. Solo han conocido religiones y sus “voces oficiales”, y vaya la escoria que sale de allí. En este caso parecería mejor ser “ateo” que religioso. Ellos solo han oído de la iglesia católica romana y sus “hijas”. Ellos recopilan de la historia que confirma la sangre que se ha derramado en “nombre de Dios”. Tan solo basta con revisar los libros de historia que confirman los magnicidios de las cruzadas, de la “santa” inquisición, de la masacre de San Bartolomé, del holocausto nazi, etc., etc.; todas, campañas teñidas de sangre, pero bendecidas por la curia del “cristianismo” oficial, y avaladas por el silencio protestante. Con esas razones obvias, los ateos dicen que, entre creer en “ese Dios” que hace acepción de personas, que bendice solo a una facción política y estrato social, y que justifica el derramamiento de sangre en pos del poder, es mejor quedarse ateo.

El hombre ha esculpido un “dios” a su propia imagen (Romanos 1:22-23). Ciertamente, no es el Dios que revela la santa escritura; sino uno que tiene color político; que justifica solo al hombre de “buena voluntad”, que hace acepción de personas, que delibera políticamente, que se preocupa solo de lo terrenal, que busca el bienestar del hombre aquí en el planeta, etc. “ese dios” no es Dios. Y si “ese dios fuera real, creo también sería “ateo”.

Pero bendito sea el Dios y Padre de muestro Señor y Salvador Jesucristo que nos ha dejado su Santa Palabra para poder conocerle a través de su bendito evangelio; que va más allá de lo terrenal. Es la infalible y toda suficiente Palabra de Dios que nos enseña a mirar más allá de la política y de partidismos humanos con intereses puramente terrenales.

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” Mateo 24:35

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo nos ayude a entender este importante tema. Que así sea. Amén.

PEL 10/2017

 

 

 


10 comentarios

Farus · 18 de octubre de 2017 a las 20:08

Gracias Hermano Pablo por la publicación. No debemos los Cristianos meternos en la pólitica, muy claro. Preocupémonos de predicar su Palabra, verdaderas promesas en ella tenemos para siempre, vamos seguros con Cristo nuestro Salvador y Señor

    Pablo Santibañez · 14 de agosto de 2018 a las 11:52

    Estoy de acuerdo debemos ser apolitico y solo nuestra politica es la palabra de Dios; su mensaje nos sirve para salvacion y para vivir como no pertenecientes a este mundo si no ciudadanos con con Cristo, en la vida eterna.

ernesto alaniz · 19 de octubre de 2017 a las 11:58

Es necesario estudiar lo que la biblia dice acerca del gobierno civil.

Para poder hacer un análisis acertado de lo que pasa a nuestro alrededor tenemos que ir a la palabra de Dios antes y aprender que es lo que Dios dice del asunto.

El gobierno civil lo estableció Dios en su misericordia para restringir el mal en un mundo caído.

El gobierno civil es una institución Divina al igual que la familia y la Iglesia, estas tres instituciones están bajo ataques constantes por parte del enemigo y sus agentes.

Los magistrados son servidores (siervos) de Dios.

Jeremías 27:6
Y ahora yo he puesto todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y aun las bestias del campo le he dado para que le sirvan.

El magistrado como siervo puede cumplir la responsabilidad dada por Dios castigando al que hace lo malo (Rom 13:4) o rebelarse.

Los cristianos tienen que apagar la televisión, educar a sus hijos en casa si es posible y ayudar a los jóvenes en la iglesia a escapar del adoctrinamiento anti biblico que recibieron en las escuelas del gobierno.

El gobierno civil le pertenece a los gentiles, debemos de orar para que Dios salve a los magistrados y para que cumplan su deber.

Naturalmente siempre juzgamos las cosas según su apariencia cuando no hemos escudriñado las escrituras y según la manera de vivir que recibimos de nuestros padres.

Una vez que estudiamos seriamente lo que la bilia dice del gobierno civil tenemos que dar lugar para el discernimiento de cada hermano, no podemos enseñorearnos de su conciencias, especialmente de los hermanos que viven en países que no comprendemos plenamente la situación actual.

Saludos.

Fanny · 26 de noviembre de 2017 a las 23:46

Una cosa es politizar la iglesia evangélica y otra muy diferente es que se nos haga creer que si cumplimos con votar,estamos mezclándonos con la política.
Considero que a través del voto establecemos que estamos en contra del pecado y dejamos de manifiesto que no apoyamos las leyes que se están y quieren aprobar en el futuro.
De la misma manera dejamos claro que existe un pueblo que predica a través del sufragio al elegir al candidato que representa sus principios y valores, o dejamos la puerta abierta para que cierren las iglesias o impidan predicar en las calles?

    heber · 10 de junio de 2018 a las 03:59

    Correcto. Como individuos, Cumplir con nuestro deber ciudadano es biblico.. «y a cesar lo que es de Cesar» y si vamos a cumplir con ese compromiso ciudadano… debemos hacerlo bien, no a ciegas, y porque nuestro voto vale, es nuestra responsabilidad conocer y discernir las posiciones y filosofías de cada aspirante al poder…dejando a un lado nuestras conveniencias personales o colectivas, y hacer que prevalezca en nuestra sociedad, los intereses eternos de Dios, a través de los gobiernos que elegiremos. Concluyendo entonces que no debemos votar por aquellos que nos darán lo que queremos, sino lo que necesitamos, dentro de los parámetros divinos.
    POR OTRO LADO. La tarea de la iglesia es Clara… «y a Dios lo que es de Dios» la función de la iglesia como un solo cuerpo en Cristo, no debe perder su objetivo de predicar el evangelio, y llevar el mensaje de Salvación a todo perdido y en todo momento. No convirtiendo el templo de Dios y su papel definido, en un campo político, no solo porque la ley lo prohíbe sino porque Dios así lo ordena. Dios nos ayude

Ismael · 1 de junio de 2018 a las 00:17

Cómo cristianos lo mejor es no involucrarnos, ejercer el voto pero no favorecer a nadie. Mi pregunta es ¿Está bien que un cristiano vote por un candidato marxista que además apruebe aborto, matrimonio gay, y demás instancias que trae la igualdad de género?. A mí parecer sería falta de coherencia con lo aprendido de la palabra de Dios. Es algo diferente que yo ore y trate de compartir a estas personas a que yo vote por ella para que sea más fácil que otras personas caigan en lo mismo incluyendo nuestros hijos.

ROBERTO · 18 de febrero de 2020 a las 00:31

Hermanos: el señor les bendiga,pero si bien el cristiano debe ser apolítico como dicen ,ya que nuestra guia es la escritura debemos sujetarnos a las leyes terrenales,no podemos ser caballos chucaros y andar sin sujecion o desconocer la ley terrenal de cada país.
En mi caso voy por la persona que puede preservar más las bases que nos enseño nuestro señor que es preservar la vida,aborrecer la homosexualidad,el matar y atentar contra los principios cristianos y familiares,cosa que la izquierda y ultra izquierda quiere abolir,en especial abolir la religión y poner un patron de conducta libre de principios,sobre eso no puedo cerrar los ojos y no hacer nada,aparte de orar por mi pais y pedir misericordia a Dios por mi nación debo marcar presencia no con una representación en el congreso ni la presidencia si no conservar los valores cristianos y compartirlos con todos los que estan faltos del señor…….asi lograremos lo que el señor quiere de nosotros y a lo cual fuimos llamados…..a Compartir las buenas nuevas y amar al prójimo,si vamos a la escritura hasta el mismo señor en el templo rompio los esquemas y desenmascaró a los mercaderes y fariseos….no debemos meternos en política pero dar a conocer nuestra postura escritural,apoyar y tambien predicar al impio que comparte algo de nuestros valores.

Luis Alfonso Rincón Ortiz · 21 de febrero de 2020 a las 17:24

Respeto la opinión de los comentarios, es verdad que hay que deslindar lo que es la Iglesia del Señor Jesucristo, como cuerpo místico, ya que la Iglesia es un organismo como lo es nuestro cuerpo, La Iglesia por así decirlo es universal. Pero otra cosa es que como personas civiles, perteneciendo a una sociedad donde tenemos obligaciones y deberes , tenemos que participar en política, no soy apolítico, mi indiferencia hará que los malos gobiernan al país, no hay que tenerle miedo a los malos, si no a los buenos que son indiferentes a las necesidades de su país. Como cristianos evangelizamos, como ciudadanos votamos, por quienes defienden los principios y valores, no solo para el cristiano, sino para todos no importando su credo, su raza, sus inclinaciones sexuales. Mi voto, no se lo doy a un impío, porque me estoy uniendo en un yugo desigual y que está en contra de mis principios y valores, el que no es conmigo desparrama. La Biblia dice: Que cuando el justo gobierna el pueblo se goza, pero cuando el impío gobierna el pueblo gime. ¿ voy a votar por un pio para que aflija al pueblo y a los cristianos? NO estoy de acuerdo que los pastores sean senadores, o presidente, zapatero a sus zapatos, Si Dios, te llamó a ser siervo, no te rebajes a ser rey.
El cristianismo debe motivar a los profesionales cristianos, que estén en la política, que represente a los ciudadanos cristianos, no a la iglesia, a los ciudadanos para que se les respete sus derechos, la Iglesia como cuerpo de Cristo el Señor la defendera.

Reymundo · 10 de octubre de 2020 a las 07:57

Buen comentario, estoy de acuerdo, el cristiano debe ser ajeno a toda militancia política, está claro no somos embajadores del estado y de Cristo. Que el TODOPODEROSO lo bendiga.

LOS CONSTANTINOS DEL SIGLO XXI - Solo Por Gracia · 12 de diciembre de 2021 a las 00:45

[…] demandas morales y espirituales de la cristiandad. Recordemos a algunos de los famosos pastores y líderes evangélicos que impúdicamente politizaron la iglesia con sus declaraciones y […]

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