“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” 1 Juan 5:14

La infalible Palabra del Señor ya nos anticipó hace casi 2000 años de que al final de los tiempos, muchos se “volverían a las fábulas” (gr. Mitos – 2 Timoteo 4:3-4), y es eso lo que precisamente está pasando en la cristiandad actual. Sin embargo, no deja de ser increíble la cantidad de “superstición y mitología” que está arraigada en el seno del pueblo evangélico; y una de ellas esa es la afamada “cadena de oración”.

Por más que Ud. busque en la biblia una enseñanza directa, indirecta, o tan solo el principio de lo que se conoce como “cadenas de oración”, no la va a encontrar porque tal enseñanza no existe. Es una invención humana, y es más, practicada por miles de años desde las antiguas religiones misterio de Babilonia, y traída al cristianismo mediante el sincretismo religioso de la iglesia católica romana.

La idea de sumar cantidad de rogativas y en función de eso, esperar respuesta y buenos resultados de la oración, es un verdadero sofisma que no se sostiene en la enseñanza bíblica. Nunca Dios nos ha enseñado a que su respuesta será directamente proporcional a la cantidad de personas que le estén rogando por tal o cual petición. Eso es negar la absoluta soberanía de Dios.

La superstición enseña que en la medida que tomas un mensaje y lo distribuyes a 10 personas, recibirás una bendición para tu vida. Y como la gente es por naturaleza supersticiosa, lo hace sin preguntar ni dudar nada. Esta misma idea supersticiosa es la que ha dado paso a las famosas “cadenas de oración” en medio de la iglesias evangélicas. De modo que la “cadena de oración” se transforma en la sumatoria de personas que pretenden “torcerle la mano” a Dios.

El texto que encabeza este artículo de esta serie “derribando mitos”, es claro y preciso. Dios oye lo que es conforme a “su voluntad” y no a la nuestra. La biblia abunda en esta enseñanza. Tan solo recordemos al profeta Jeremías cuando dice:

“Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré en el día que en su aflicción clamen a mí” Jeremías 11:14

Siempre lo que prevalecerá es la voluntad de Dios y no la nuestra. Por más “cadenas de oración” que hagamos; si las rogativas no son conforme a Su voluntad, Él no oirá. Eso es categórico. Cristo nos enseñó claramente:

“Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis” Mateo 6: 7-8

“Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú” Mateo 26:39

En la primera instrucción, El Señor Jesucristo nos advierte que las repeticiones y las “presiones” mediante muchas palabras, no serán oídas. Él dice que así lo hacen los profanos, y los creyentes no debemos ser como ellos.

En la segunda enseñanza, Cristo nos deja un memorable ejemplo, “no sea como yo quiero, sino como tú”, en otras palabras, que se haga Su voluntad. No en vano, en la misma instrucción acerca de la oración, Cristo comienza diciendo:

“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad” Mateo 6: 9-10

Finalmente vemos a Pablo que rogó “tres veces” al Señor que lo sanara de una enfermedad que le mortificaba, pero Dios le respondió con un categórico “No” (2 Corintios 12:9). Pero Pablo entendió que lo que necesitaba no era una “cadena de oración”, sino que aceptar Su Voluntad.

Las llamadas “cadenas de oración” en nada tienen que ver con la enseñanza bíblica que nos instruye sobre la necesidad de orar, de perseverar en ruego y súplica con de acción de gracias y velar en aquello. La oración es el medio por el cual nos comunicamos con Dios para entrar en “sintonía” con su Voluntad y Su respuesta la recibimos por medio de su revelación escrita que es la Biblia.

Amados hermanos, nadie puede torcerle la “mano” al Soberano por medio de “cadenas de oración”. Lo que Él ha determinado hacer, lo hará (Salmos 115:3, 135:6). La oración no nos fue enseñada para que Dios nos dé conforme a nuestra voluntad; la oración es el medio que Él nos ha dejado para estar en comunión mediante Su Hijo y  para comprender Su Voluntad revelada en Su Palabra. Por eso es la necesidad de orar, porque frecuentemente nosotros no entendemos cuál es Su Voluntad. Pablo dijo: “…pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos” Romanos 8:26b

El leproso le dijo al Soberano: “Si quieres, puedes limpiarme Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio”. Marcos 1: 40-41

Si desea mayor información acerca de este tema, nos puede escribir a nuestro correo electrónico soloporgraciachile@gmail.com

Que la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos ayude a seguir “derribando mitos” mediante Su infalible Palabra. Que así sea. Amén.

PEL 11/2017


7 comentarios

ricardo · 20 de noviembre de 2017 a las 15:52

Hola amados hermanos, excelente articulo, antes las cadenas de oración era solo patrimonio de la iglesia Católica Romana, pero en estos tiempos la Iglesia evangélica sea ha contaminado con ésta practicas anti- bíblicas, los mismo pasa con la frase que se ha enquistado en el seno evangélico que es: » la oración mueve la mano de Dios», abrazo de los hermanos de»Solo por Gracia» de Young, Uruguay, maranta !!!

Viviana Correa Aedo · 20 de noviembre de 2017 a las 16:29

Excelente mensaje querido hermano, que el Señor lo bendiga y lo siga usando para llevar su palabra y edificar nuestras vidas sobre
la verdad

Alexander Bracho · 4 de diciembre de 2017 a las 07:42

Dios los continue bendiciendo, gracias por eate articulo, muy bueno.

    spgchile · 4 de diciembre de 2017 a las 21:29

    Muchas Gracias hno, Alexander. Maranata!

Raúl Castillo · 24 de diciembre de 2017 a las 09:40

Así es hermanos, todas estas supersticiones no tienen ningún fundamento en las Escrituras, gracias por estos artículos que son de bendición. El Señor les bendiga.

Edgar · 3 de junio de 2021 a las 21:43

Excelente enseñanza. No es la cantidad sino el corazón. No es lo que piense el hombre sino la intimidad con Dios.

Hans · 24 de marzo de 2023 a las 19:45

¿Hay alguna enseñanza que directamente que la Iglesia católica enseña y fomenta cadenas de oración? Porque yo la he buscado y no la he encontrado. Y si no la hay, ¿entonces por qué dice que fue «traída al cristianismo mediante el sincretismo religioso de la iglesia católica romana.»?
Estaré atento a su respuesta. Bendiciones.

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