“aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” Efesios 5:16

Este no será el primero ni el último artículo que se pueda escribir sobre el uso y mal uso de las plataformas que ofrece el ciberespacio; en particular las redes sociales. Ya llevamos varios años conviviendo con estas aplicaciones virtuales en donde la gente, pudiendo utilizarlas para cultivarse o mejorar la comunicación y el aprendizaje; la mayor parte del uso apunta a la entretención, auto exhibición y a un gran derroche del apreciado tiempo en vanidades. No se pretende juzgar ni elevar un comentario legalista al respecto, sino que dejar plasmado en este artículo, la más profunda autocrítica ante una realidad social indudablemente decadente, y en donde todos; cual más, cual menos, nos vemos arrastrados.

Hace poco leí en un artículo la frase: “en el tribunal de Cristo, no podrás decir: Señor no tuve tiempo” Esto fue en el marco de una dura crítica al mal uso de las redes sociales y al derroche de tiempo por parte de los cristianos del siglo XXI. En otras palabras, nadie podrá excusarse que falta tiempo para leer la biblia y meditar en su enseñanza.

Pablo insta a los cristianos en Éfeso a “aprovechar el tiempo”. Esta palabra puede ser traducida como “redimir el tiempo” (Gr. exagorazó ἐξαγοράζω), lo que indica la idea de rescatar. En palabras simples, la exhortación apostólica apunta precisamente a rescatar o “comprar” el escaso y apreciado tiempo. La razón de tal exhortación es “porque los días son malos”; expresión que podría traducirse como días agónicos”. Es interesante que Pablo usa la palabra “Kayros” para “tiempo”, entendiendo que estamos en un tiempo profético que la biblia lo llama “últimos tiempos” (2 Timoteo 3:1).

Del Televisor al Smartphone…

Las generaciones antiguas han presenciado el estrepitoso cambio de tecnologías de comunicación en tan solo unas cuantas décadas. Desde el “único” televisor por vivienda, hemos llegado a miles de aparatos ultra inteligentes distribuidos en cada bolsillo de los ciudadanos. Uno ve a la gente caminando, conduciendo sus vehículos, en el metro, etc.; 9 de cada 10 personas mirando su celular. Antes los niños salían a jugar y hacían deporte porque no existía otra entretención dentro de la casa, porque un solo televisor no daba abasto. Pero actualmente la mayoría de las casas tienen servicio de internet y cada uno de los miembros de la familia, tienen su tan apreciado Smartphone, el que se debe renovar según el mercado lo exige.

Antiguamente estaba la incomodidad de encender, apagar o cambiar de canales el televisor de manera manual. El usuario debía hacer el “esfuerzo” por levantarse del sillón o de su cama para poder operar el aparato. Luego con la llegada del control remoto la vida se hizo más cómoda, y apareció “la manía” del Zapping para recorrer una y otra vez los canales de televisión, y así se consumía el tiempo en esos años. Ahora, lo primero que hace el ciudadano “Smart”, es despertar y “saludar” a su Smartphone y ver cuantos “likes” tiene su última publicación de fotos y auto exhibición o comentarios en Instagram, Facebook o donde sea. Inmersos en esa realidad, ahí vivimos todos.

Los creyentes Smart

 Las iglesias no están ajenas a esta invasión tecnológica. Aunque vuelvo a reiterar que la tecnología “per se”, bien utilizada puede ser provechosa, sin embargo, por nuestra naturaleza pecaminosa, comúnmente se transforma en una herramienta que aumenta más nuestro ocio, el cual siempre será la antesala de más pecados. No olvidemos de que el ocio es la base que nos lleva a pensar y actuar de manera pecaminosa. Recuerde Ud. que David comienza su descenso que lo llevó a la locura de tomar la mujer de su prójimo, previamente experimentando el ocio:

“Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa” 2° Samuel 11: 1-2

David evidentemente no tenía internet ni Smartphone, pero era pecador igual que nosotros, y el tiempo mal gastado mediante el pecado del ocio, lo llevó a ser protagonista de una terrible tragedia en su vida y que le acompañaría el resto de su paso por este mundo.

Hoy la situación de los cristianos “Smart” es muy similar. Consumimos nuestro apreciado tiempo en actos de ociosidad; vivimos acompañados de nuestro amado Smartphone mientras dormimos, comemos, trabajamos, nos trasladamos de un lugar a otro, en la iglesia, en la casa, etc. Todas las actividades están acompañadas de nuestro fiel amigo Smartphone. Largas horas de recreación viendo películas, recibiendo “memes”, viendo YouTube, Facebook, etc.; conectados por largo tiempo en WhatsApp, fomentando muchas veces el ocio, la vanidad, los chismes o la murmuración, y todo lo que afecta al crecimiento sano y a la madurez de los creyentes. Quizás es tiempo amados hermanos de hacer una profunda autocrítica al respecto y comenzar a aprovechar el tiempo porque los días son malos.

Amados hermanos, sin duda todos compareceremos ante el tribunal de Cristo, en donde no podremos decir “no tuve tiempo”. El Señor siempre nos da el tiempo para estudiar la biblia, orar y limpiar nuestra mente para llenarla de La Palabra de Dios. Pablo dice:

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” Filipenses 4: 8

Para poder llenar nuestra mente de lo que realmente nos hace bien para madurar y poder ser usados por El Señor para su gloria, debemos inevitablemente abandonar el ocio que el ciberespacio nos otorga a tan solo “un clic” de distancia, y comenzar a administrar el tiempo sabiamente, redimiendo el tiempo (Colosenses 4:5b) porque los días son malos.

Que la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos ayude a obedecer. Que así sea. Amén.

PEL 05/2018

 

Categorías: Devocional

4 comentarios

Alejandrina Rosa · 29 de mayo de 2018 a las 23:57

Entonces no deberian usar esta plataforma uds. tampoco porque se hace contadictoria su enseñanza …

    Ximena · 31 de mayo de 2018 a las 11:07

    Alejandrina , el punto está en que y como usamos estas plataformas, acá , sin duda es para la gloria de Dios y nos advierte de todo lo que muchos no hemos discernido espiritualmente.
    Espero en el Señor que puedas recibir luz para aceptar está realidad que nos afecta a todos.
    Un abrazo en Cristo.
    Maranata !!!!

    Webmaster · 3 de junio de 2018 a las 08:07

    Estimada Alejandrina, creo que no leyó bien el artículo donde dice :”Aunque vuelvo a reiterar que la tecnología “per se”, bien utilizada puede ser provechosa, sin embargo, por nuestra naturaleza pecaminosa, comúnmente se transforma en una herramienta que aumenta más nuestro ocio, el cual siempre será la antesala de más pecados”

    Un abrazo en Cristo! Pablo

Romina Díaz · 29 de octubre de 2018 a las 18:02

Lindo estudio Hno Pablo , sin duda que a todos nos llega esta palabra que el señor nos ayude a poder utilizar bien nuestro tiempo Dios le bendiga !

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