“Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas;…la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación” Apocalipsis 17: 1-4

Quizás esta temática es una de las más olvidadas e impopulares en los pulpitos de la actualidad. Hablar de la ramera del apocalipsis, casi nos eriza los pelos y no nos atrevemos a hablar de esto. Será que el “hiper – intelectualismo” que está gobernando las mentes de la actual generación de predicadores, es la que directa o indirectamente está relativizando la verdad; dando menor importancia a estos asuntos considerados de tercera categoría. Lisa y llanamente, muchos enseñan a “no perder el tiempo en temas como este”. Que insulto al Señor. Mientras la biblia dice que “toda la escritura es útil”, los “doctores” de hoy dicen lo contrario.

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” 2 Timoteo 3:16

Al igual que el libro de génesis, el apocalipsis es uno de los libros más despreciados y maltratados por aquellos que han sido enviados a enseñar todo el consejo de Dios (Hechos 20:27). Sin duda, que el libro del apocalipsis es parte de “todo el consejo de Dios” al cual hacemos bien en leer y estudiar. Así lo dice Dios en su infalible Palabra:

“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca” Apocalipsis 1:3

Tal cual como el libro de génesis crea un cisma irreconciliable con aquellos que “creen” que todo comenzó como por arte de la suerte y de la coincidencia a partir de una gran explosión o “big-bang”, y luego la evolución de las especies; por su parte el libro del apocalipsis también crea un cisma inevitable con aquellos que insisten en enseñar que todo lo que está escrito allí ya ocurrió, y por lo tanto, lo que venga en el futuro es una tarea de la iglesia crearlo. En otras palabras, el futuro de este mundo y lo que en él ocurra, depende de nosotros.

Ambos libros, confrontan la razón, y como hoy los predicadores están más guiados por “su razón” que por el poder y la dependencia del Espíritu Santo en sumisión absoluta a la revelación escrita, es que tenemos mucha oposición a concebir en medio de las asambleas cristianas actuales, enseñanzas como la que vamos a comentar en este artículo. El Señor nos ayude.

El significado de la ramera

Es interesante comentar que la palabra “ramera” provendría de la práctica de ciertas prostitutas que en cierto modo buscaban enmascarar su oficio mediante un cariz más “noble” utilizando “ramos de flores” colgando en sus puertas, aunque finalmente, todo prostíbulo terminaba siendo caracterizado por aquellos ramos de flores en las entradas. De ahí la palabra ramera, es decir, la que “porta un ramo”.

En la biblia la palabra que se traduce como “ramera o prostituta” viene del griego “porné” de donde derivan las palabras fornicación o porno-grafia”, que ciertamente apuntan a toda clase de inmoralidad sexual condenada por La Palabra de Dios. El oficio de la prostituta en sentido literal, consiste en ofrecer servicios sexuales a cambio de dinero. Sin embargo, es necesario considerar el sentido simbólico que “la ramera” encierra en el relato de las santas escrituras.

Así como la esposa de Cristo es presentada como una virgen doncella llamada “iglesia”; así la falsa mujer que aparece en la biblia es llamada “prostituta o ramera”, que vendría a ejemplificar a la falsa iglesia de Cristo. El antiguo testamento nos enseña que El Señor ya había reprendido a su propio pueblo Israel que estaba comportándose como una prostituta, y severamente la reprende así:

¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Isaías 1:21

Este es uno de los tantos textos en donde Dios severa y terriblemente acusa a su pueblo de prostituta. La verdad es que la “prostitución espiritual” es algo que siempre le ha causado nauseas al Señor. Esto es el odiado concepto de la infidelidad del pueblo para con su Dios. No hay algo que irrite más al Señor y que inflame su ira y santa indignación, que la infidelidad de su pueblo.

Aun cuando Dios advirtió a su pueblo Israel de que no se hiciese imagen alguna ni honrarlas; ni tener dioses ajenos, cultos abominables, etc., sin embargo, el pueblo de Israel siempre caía en la práctica terrible de la idolatría, es decir, en una infidelidad y prostitución espiritual.

A miles de años del fracaso de Israel, su pueblo espiritual “la iglesia”, no dista mucho de las actitudes infieles y rasgos de prostitución a la que el pueblo de Israel evidencia en los relatos bíblicos. Hoy es muy similar o quizás igual. Si bien, ya no se levantan becerros de oro como objeto de culto, pero esos “becerros” son de carne y hueso o de características filosóficas o doctrinales. Al fin y al cabo, prostitución espiritual de igual manera.

La madre y las hijas

Ahora bien, creo importante destacar que ante este terrible diagnóstico que Dios hace a la falsa iglesia calificándola de ramera o prostituta, debemos observar la organización y estructura de un prostíbulo. A través de las edades, vemos que todo burdel era dirigido y administrado principalmente por una prostituta mayor, que gracias a su larga “experiencia” conoce el negocio y como tratar con los clientes. Ella era llamada “madre” por su “noble” función de formar y capacitar a muchas nuevas jóvenes que abrazaban la prostitución como oficio de subsistencia. En otras palabras, estaba “la madre” y sus “hijas”. Por tal razón Dios describe de esta manera a aquella mujer que ha prostituido al mundo con su inmundicia:

“y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA” Apocalipsis 17:5

Llevando este breve análisis al significado que realmente tiene, sin duda que observamos en esta “madre” la esencia de la religión misterio que llena los anales de la historia entre sus simbologías, culto y misticismo, y que ha instruido sistemáticamente a sus “hijas”, es decir, otras “mujeres” (religiones) que han adoptado fielmente sus directrices y enseñanzas. Cuesta decirlo, pero muchas iglesias que dicen ser “evangélicas” más parecen ser “hijas” de su “madre” en este gran prostíbulo religioso. Por tal razón el Señor les dice a los suyos:

“Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor” 2 Corintios 6:17

“Salid de ella, pueblo mío” Apocalipsis 18:4a

La seducción de la ramera

“A la tarde del día, cuando ya oscurecía, en la oscuridad y tinieblas de la noche…una mujer con atavío de ramera y astuta de corazón…unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas. Se asió de él, y le besó. Con semblante descarado le dijo: ….He adornado mi cama con colchas recamadas con cordoncillo de Egipto; He perfumado mi cámara con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores” Proverbios 7: 9-18

Quizás este es uno de los textos bíblicos más ilustrativos que nos permite comprender como se mueve la ramera para hacer caer al incauto que no comprende razones. Entre la oscuridad y las tinieblas de la noche, con astucia e insistencia, ofreciendo placer, paz y felicidad, la prostituta seduce al varón en medio de una imagen atractiva y sensual. He aquí algunas características de la ramera:

1.Atractiva y Seductora: No hay prostituta “exitosa”, sino aquella que cuida su figura, su vestido y su perfume. La biblia dice que la ramera se viste de “purpura y escarlata” (Apocalipsis 17:4a). Es la pompa, la plataforma más importante para la prostituta. El objetivo es cautivar las miradas y los sentidos para después ofrecer sus servicios temporales del placer. Los colores purpura y escarlata, siempre han sido utilizados por aquellos que ostentan realeza y pompa. Su sola imagen y sus vestidos ya cautivan las miradas de la gente. Para basar bíblicamente esta descripción, por ejemplo, vemos en un abominable cuadro de ignominia y de escarnio, cuando los solados se burlaban del Señor Jesucristo echándole sobre Él un manto de púrpura – escarlata según lo narran los evangelios (Mateo 27:28, Marcos 15:17, Lucas 23:11, Juan 19:2). Luego de haberle colocado estas vestiduras esplendidas (Lucas 23:11), lo coronaron, cual rey, con un verdadero “gorro de espinas” que era la forma de las coronas usadas en ese tiempo. Estos pasajes nos revelan el significado de realeza que encierran los colores púrpura-escarlata con los cuales se viste la ramera. Ella presume ser la reina, la soberana, la deseada de todas las edades.

“Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” 2 Corintios 11:3

La ramera, cual agente de satanás, seduce y atrae los sentidos. Pablo advierte a la iglesia en Corinto sobre este peligro latente. Sentidos como la vista, el oído, etc., son altamente vulnerables ante la seducción y la atracción de la ramera. Sin duda en el aspecto y análisis espiritual, la cristiandad actual ha caído ante la atracción y seducción del espíritu de prostitución, por tal razón, vemos una iglesia más preocupada de su imagen que de su fidelidad a La Palabra del Señor. Hoy la estructura, la institucionalidad y lo accesorio; tal como lo es la arquitectura del local de reunión, el tipo de iluminación, acústica, música, la forma de sus pulpitos, etc., son más relevantes al momento de evaluar una iglesia contemporánea. Mientras vemos en las escrituras a Cristo sin atractivo, una iglesia sin atractivo, no obstante, en estos tiempos de apostasía vemos una cristiandad que ha sido profundamente afectada por las formas de la ramera; ocupándose de su imagen, de su vestido y perfume, a fin de cautivar los sentidos de sus consumidores y ser atractiva y seductora a un mundo que aborrece a Dios y su Palabra.

2.Infidelidad: la ramera no conoce camino de lealtad ni fidelidad. La biblia la describe como una mujer que ha fornicado con todos los reyes de la tierra (Apocalipsis 17:2a). Esto significa, que sus apetitos sexuales ilegítimos a cambio de dinero, no hace distinción de personas (clientes). En sentido espiritual, esto habla de la caída del pueblo de Dios ante las ofertas y prebendas de los gobiernos de turno, sean del color que sea. Pero también la infidelidad se muestra, no solo en el aspecto político, sino que también al abrazar distintas filosofías, religiones, ciencias especulativas, ideologías anti cristianas e intereses puramente terrenales. La ramera en su muestra de infidelidad, ha promovido desde siempre el sincretismo religioso y el conocido movimiento ecuménico que pretende unir a todos los credos bajo su propio amparo.

En lo político, para nadie es un misterio ver como la iglesia evangélica se ha inclinado ante “los reyes de la tierra” según de donde venga la oferta, tal cual como ha aprendido de la madre de las rameras que es la iglesia católica; porque nadie podrá negar que ella ha “fornicado” con todos los reyes y con todos los colores políticos, sea comunismo o capitalismo. Eso no le importa. En resumen, no hay ninguna fidelidad hacia lo que Dios enseña en su Palabra como única regla de conducta y de fe. El Señor encara duramente a su pueblo Israel y a la iglesia diciéndole respectivamente:

“Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová” Oseas 1:2

“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”  Santiago 4:4

La infidelidad es una característica propia y consustancial de una ramera. Sería absurdo pedir fidelidad a alguien que por naturaleza es desleal e infiel. Que terrible es leer que El Señor nos reprende muchas veces por esta abominable actitud que tenemos en contra del Dios Santo. Pero hidalgamente debemos reconocer que muchas veces somos infieles a la Palabra del Señor, queriendo opacarla y aún más, reemplazarla por nuestras propias ideas y razonamientos. Eso ha hecho la gran ramera desde siempre, y ahora sus hijas hacen lo mismo.

3.Vende sus servicios: El oficio de una ramera es vender sus servicios sexuales. Ella nada lo hace gratis porque no conoce la gratuidad. Ella seduce y atrae para sacar el dinero a cambio de placer. Esta actitud de mercado de la ramera al vender placer, es lo mismo que podemos ver en la cristiandad actual. Primero, nada es gratis y todo se vende, hoy las iglesias cobran entrada en sus boleterías. Es vergonzoso observar que las iglesias vendan sus seminarios, congresos y conferencias. Acaso se olvidaron de las enseñanzas de su Señor y Maestro que decía: “de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8b). Al parecer sí. Pablo lo advirtió al decir que: “la raíz de todos los males es el amor al dinero” (1 Timoteo 6:10a).

Haciendo un poco de historia, es necesario precisar que la madre de las rameras dejo un claro ejemplo de “venta de servicios” cuando ofrecía la liberación de los feligreses del purgatorio a cambio de dinero. Es la afamada venta de indulgencias para la reconstrucción de la basílica de San Pedro en Roma. Fue el papa León X en el año 1515 cuando publicó una bula solicitando los donativos de los fieles cristianos para la construcción basilical a cambio de la “vida eterna”, sin duda, que esto fue lo que “apretó el gatillo” del reforma protestante de Martin Lutero el año 1517. Como vemos, la madre de las rameras ha pisoteado la sangre de Cristo a cambio de dinero.

En esta misma práctica, la iglesia católica romana, ha avalado la venta de favores o “mandas”, supercherías, candelas, rosarios, agua bendita, etc., a fin de prometer  bienestar temporal a sus feligreses. Sin lugar a dudas, que esta es una de las muestras más claras de que la gran ramera vende todos “sus servicios” incluyendo presumidamente la entrada al “cielo”.

Tan igual como su “madre”, las iglesias hijas que se han prostituidas bajo estos mismos cánones, también han entrado en este mercado de la religión. Ellas también venden su imagen y prometen placer y vida eterna a cambio de dinero. Ellas predican un evangelio de “oferta”, en donde la gente acude para solucionar sus problemas. Como sabemos, la entrada no es gratis porque hay boleterías en sus pórticos; exigencias a pagar los “diezmos, primicias y ofrendas” so pena de ir a parar al infierno a todo aquel que se niegue a tales dictámenes de sus “pastores”, en otras palabras, es el clásico argumento que usan estos facinerosos como medio de amedrentamiento a sus feligreses.

Aún más, lo peor de la madre de las rameras y sus hijas, es que venden “la salvación”. Sus doctrinas aborrecen la gratuidad y la soberanía de Dios. Es el “cliente” quien decide y que debe pagar para obtener su salvación. Por ejemplo, la iglesia de Roma insiste en que la justificación es por obras, lo que significa que el individuo se salva por méritos. Del mismo modo, las iglesias prostituidas enseñan que el hombre decide si quiere ser salvo y luego debe “perseverar” para mantener su salvación, lo que se traduce sin dudas en salvación por obras. Pero la infalible Palabra de Dice Dios dice lo contrario:

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” Efesios 2: 8-9

“Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra” Romanos 11:6

4.Atiende a todos sus clientes: Por supuesto que una prostituta no selecciona clientes según su etnia, color político, cultural, religioso, social o intelectual. A ella solo le importa que le paguen sus servicios. De la misma forma, la madre de las rameras ha fornicado con todos los colores políticos y religiosos que existen (Apocalipsis 17:2)

Evidentemente en el sentido figurativo, esto nos habla del ecumenismo que encierra esta actitud en el burdel de las religiones. No importa si Ud. es ateo, religioso, budista, musulmán, sintoísta, judío, evangélico o católico; la gran ramera acoge a su clientela sin escrúpulos.

El día de hoy se enseña a no prestar importancia a las doctrinas que nos separan, pero sí atender al “amor que nos une”. Los afanes por conquistar la unidad a cualquier precio, están avanzando de manera increíble. El ecumenismo como movimiento se ha desarrollado como la estrategia que “remozó” a una deteriorada imagen avejentada del catolicismo romano de la década del 60. Fue después del Concilio Vaticano Segundo, cuando se comenzó a promover con más fuerza la idea de unir a los diversos credos bajo el amparo de Roma para hacerlos regresar a “su iglesia madre”. Desde entonces, ya nunca más se le llamó “herejes” a los disidentes, sino que “hermanos apartados”.

El ecumenismo promueve la idea de que la doctrina divide, pero el amor nos une. Tanto es así, que ha popularizado mucho una frase que versa de esta manera: “la doctrina no salva; solo Cristo Salva”. Ciertamente esta es una verdad a medias que termina siendo una mentira completa. Porque, ¿Cómo es que sabemos que la salvación es exclusivamente por Cristo, por medio de su sacrificio vicario en la cruz del Gólgota para perdón de pecados, y por medio de su resurrección la justificación del pecador? Evidentemente esto es dado a conocer por < La Doctrina> De modo que es absurda aquella frasecita que dice que: “la doctrina no salva; solo Cristo Salva”.

Obviamente, a la madre de las rameras le conviene en sobremanera convencer a su “publico”, de que no presten atención a la doctrina, para solo validar la palabra “Cristo o Jesús” como el único vínculo para establecer la unidad. De este modo, tenemos el ecumenismo transitando en un camino pavimentado para lograr su objetivo final, cual es, establecer “la única religión mundial” Pero nuestro Señor Jesucristo dijo:

“Si me amáis, guardad mis mandamientos…el que me ama, mi palabra guardará…el que no me ama, no guarda mis palabras” Juan 14: 15-24

Como hemos visto, la descripción de la falsa iglesia, que presume ser la verdadera esposa de Cristo, tiene un apelativo claro y directo: La madre de las rameras. Y si es madre, es porque tiene hijas. De modo que la madre y sus hijas conforman esta falsa iglesia o mujer que será destruida antes de que nuestro Señor Jesucristo se una para siempre  a su esposa.

Las características que ya hemos comentado, las podemos ver con mucha nitidez en la cristiandad actual. La seducción y atracción de los sentidos, la infidelidad doctrinal, el comercio religioso y la aceptación de toda idea religiosa o corriente de pensamiento sobre la base del movimiento ecuménico.

Finalmente, podemos agregar un comentario sobre el esfuerzo de muchos para poder establecer la unidad con la madre de las rameras. Mientras el Señor enseña siempre a “salir y escapar”, los doctores de hoy insisten en poner su racionalidad apara establecer “puentes de unión y derribar muros”. Simplemente esto es una necedad que no resiste análisis. La biblia habla claramente de que la gran ramera esta sentenciada:

“Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas” Apocalipsis 17:1b

Ciertamente,  el problema para no entender esto que se ha presentado en este artículo, es por la falsa interpretación preterista del libro del apocalipsis. De este modo, todo pierde coherencia y ante esa errónea postura escatológica, no habría nada más que agregar. En otras palabras, si Ud. estimado lector no cree que el apocalipsis nos anuncia lo que viene, entonces este artículo es una basura.

Pero para todos aquellos, que por gracia creemos que el libro del Apocalipsis es la verdad revelada, y  que relata los acontecimientos futuros, creemos además que en aquel lenguaje figurativo y simbólico, “la gran ramera” es la iglesia católica romana y “sus hijas” son  todas las religiones que la acompañan,  incluyendo a todas las iglesias pseudo-evangélicas. El que lea entienda y el que tiene oídos para oír oiga.

“Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro” Apocalipsis 17:4

Que la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos ayude a comprender,  y sumisamente aceptar este importante tema. Que así sea. Amén.

PEL 08/2018

 

Categorías: Apologética

5 comentarios

Hno. Alberto · 12 de agosto de 2018 a las 14:47

Claro, conciso y preciso el artículo amado hermano Pablo, el Señor en su Soberanía, le siga abundando de sabiduría e inteligencia en estos tiempos de apostasia y ecumenismo , difíciles y peligrosos que estamos viviendo, profetizados en la Santa Escritura, para advertir cómo atalaya a la Iglesia espiritual de Dios. Que pronto, muy pronto el Señor vendrá a buscar .
Bendiciones

Farus · 16 de agosto de 2018 a las 07:32

Muchas gracias por su artículo Querido Hermano Pablo. Sin duda alguna, la iglesia Católica Romana es la Madre de todas las rameras, existe mucha claridad en las Escrituras para asociar este apelativo tan fuerte al leer.Un gran abrazo en Cristo

Elvaaguilera@0gmail.com · 11 de septiembre de 2019 a las 10:17

No entre lo que buscaba, deberían saber que todos aquel que usa el nombre de Dios a su conveniente,es decir que usa la iglesia para depender de un gobierno de turno para sacar provechos personales,también es remera no habla solos de sexo,habla de todos los que se mueve por dineros.

Apologética para la calle · 27 de diciembre de 2023 a las 16:41

¿Qué espíritu mueve a grupos abiertamente anticristianos como el colectivo LGTBI, las feministas pro-aborto, los movimientos progres y de izquierda y extrema izquierda (comunistas), los masones, los ateos y los musulmanes? ¿El Espíritu Santo? Lo dudo.
¿Por qué en el estallido social solo profanaron y quemaron Iglesias católicas? ¿Por que para el 8M las abortistas solo profanan Iglesias católicas? ¿Qué espíritu movía a esos grupos? ¿El Espíritu Santo? Lo dudo.
¿Por qué ninguno de esos grupos ataca a Radio «Solo por Gracia»?
Mi reflexión es esta: si todos los grupos y colectivos antes mencionados son de Satanás ¿por qué cada uno de esos grupos ataca, y quiere acabar con la Iglesia católica, si supuestamente es la gran Ramera? Siendo que el mismo Jesús dijo que «si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido».
Finalmente les pregunto a ustedes ¿Qué espíritu los mueve para atacar a la Iglesia católica? ¿El Espíritu Santo? Lo dudo.

LA PÉRDIDA DE IDENTIDAD - Solo Por Gracia · 12 de diciembre de 2021 a las 00:59

[…] Satanás, el mundo y el pecado del hombre, han sido la trilogía perfecta para seducir al pueblo de Dios a tal punto, que ha despreciado su identidad, y la ha dejado en manos de hombres corruptos de entendimiento, quienes la han convertido, de una imagen que debería reflejar a la doncella esposa de Cristo, pero que hoy más parece una meretriz que lucra con su cuerpo y sus encantos. Son los tiempos que dejan al descubierto la característica de la ramera del apocalipsis. […]

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